El 20 de mayo de 2017, Venezuela debuta con victoria en el Mundial de Fútbol Sub 20. Su rival fue nada más y nada menos que Alemania, lo que hace que el hecho tome una dimensión muy grande. Los titulares en el país no se hicieron esperar: el triunfo, además de histórico, representa un oasis para un pueblo que le urge buenas noticias.
Pero luego de la victoria, queda más Mundial y más trabajo, es importante que el grupo sepa digerir el resultado obtenido. Es por eso que haremos un ejercicio profesional enfocado a lo ocurrido: procesar, analizar y conducir al grupo luego de la histórica victoria ante Alemania, uno de los objetivos del sociólogo deportivo es facilitar los procesos de comprensión del entorno y preparación del equipo a los embates de las presiones exteriores.
En síntesis, esto es lo que su servidor haría en caso de estar trabajando con la Selección venezolana Sub 20 de fútbol.
El método “Triple A” y su aplicación
Cuando se trabaja con la intervención de equipos deportivos en el área mental/emocional (psicólogo, sociólogo, coaching) hay una máxima importante: todo resultado de una actuación deportiva debe ser aprovechado de la mejor manera posible. Si dejamos que el grupo explote en clímax porque le gana a un equipo de renombre, eso dañaría su desempeño en lo que queda del torneo. Pero si se toma la victoria solamente de manera pragmática y fría, no se aprovecha el envión anímico que resulta después de semejante victoria. Es por eso que hay que manejar con ambas manos la situación, y conducir al grupo a aprovechar cada detalle de su desempeño.
Entonces, para digerir la victoria (y prepararnos para lo que sigue) trabajaría con el equipo una metodología de análisis que decidí bautizar como “Triple A”: Aterrizar, Aplaudir y Actuar. Aterrizar, es decir, poner en tierra, la actuación en su justa medida. Aplaudir, se resalta las cosas notables del resultado y busca la motivación del deportista. Actuar, busca, luego del análisis, lo que hay que hacer y cómo aprovechar el entorno a nuestro favor.
Aterrizar
Esta Alemania: La selección germana que llega al Mundial Sub 20 dista mucho de su representación de mayores. Esta selección clasifica in extremis a la cita de Corea del Sur, lo hizo en penales vs Holanda, y sus mejores jugadores no pudieron asistir al torneo por tener compromisos decisivos en sus clubes. Si, se le gana a Alemania, pero el nivel de preparación de Venezuela fue arduo, muy completo y exigente, en comparación a su contrincante. En pocas palabras, la victoria no es sorpresa.
Respeto excesivo: Los goles (y la diferencia futbolística) se demuestra al segundo tiempo del cotejo. Los primeros 45 minutos vimos a una Vinotinto con mucha calidad pero que “respetaba” demasiado al rival. Bajo mi criterio, la selección venezolana tardó en darse cuenta que es posible ganarle a Alemania. Fue determinante el medio tiempo para hacer un “switch” de cara a la segunda parte.
Es un paso, no es la meta: El objetivo principal de Dudamel es trascender en el torneo, ser protagonistas y dar alegrías al país. Ganarle a Alemania representa solo un paso en ese camino, no se hace nada si se le gana a un equipo importante pero se pierde contra otros. Vamos bien, pero no llegamos al Mundial a dar un “batacazo”, sino a realizar una actuación digna a la preparación que se ha realizado.
Aplaudir
Le ganamos a Alemania: Ganarle a la selección germana es un hecho histórico desde cualquier punto de vista. No se niega que era una victoria “presupuestable”, pero la concreción debe aplaudirse. Se le gana a una selección de tradición, renombre y peso. Veremos a muchos de esos muchachos en las mejores ligas del mundo y siendo protagonistas en mundiales de mayores. Es imposible pasar por alto la magnitud emocional de eso.
Aprovechamos las oportunidades: Lo dijimos anteriormente, Alemania clasifica al Mundial con lo justo y no compite al tope de sus capacidades, que Venezuela (al fín) aproveche esa debilidad es de aplaudir, de pie. Las selecciones deportivas de nuestro país sufren de un mal común; sucumbir en el momento necesario para dar lo mejor. Los vinotintos son superiores y eso se tradujo en un resultado positivo.
La preparación funciona: El viaje al debut de Venezuela en Corea comenzó hace 21 meses, en Yaracuy. Módulos exigentes y periódicos hicieron ver una selección con un nivel físico impresionante (se demostró en el Suramericano) y con gran calidad técnica. Los resultados son consecuencia de la preparación del grupo y poder decir “si vale la pena el sacrificio”. Todo esto genera una motivación extra a seguir poniendo de mi parte, porque los resultados lo avalan.
Actuar
Viene Vanuatu: Después de enfrentar a un rival como Alemania, se viene un equipo que se encuentra del otro lado del espectro futbolístico. El representante de Oceanía es muy poco conocido en la élite del fútbol mundial, y en una región donde el nivel está rezagado con respecto al promedio del torneo. Pero ya dio un campanazo: remonta un juego a México y estuvo a segundos de llevarse un empate histórico en la jornada inaugural. Mantener el nivel y no relajarse son acciones vitales para continuar con la senda ganadora.
Ratificar el paso: El gran problema de nuestro deporte es que se suelen vivir de hechos memorables y no de desempeños memorables. Consideramos un éxito ganar un partido, pero nos quedamos ahí. La selección venezolana debe ratificar lo que hizo con Alemania, llegar con autoridad y hacer un trabajo de alto nivel vs Vanuatu. Cuando hablo de un trabajo de “alto nivel” no quiere decir que hay que meterle 8 goles al contrario, me refiero a que si se hace el trabajo a tope en todo sentido, el resultado aparecerá. Los goles no son más que el resultado del trabajo y la constancia.
México puede esperar: Estar en el aquí y en el ahora tiene que ser una consigna en este grupo. Ganar partidos hace que tengas el control de tu destino, así que las victorias permiten que te concentres en lo que toca por afrontar, partido a partido, paso a paso. Así que el partido que se gana es el de hoy, y ahí debe estar mi esfuerzo y mi enfoque.
Lo importante del manejo del entorno
Luego de trabajar la Triple A, tendría un especial cuidado con las presiones del entorno. Filtrar la información que les llega del exterior y su impacto en ellos. Para ello, es vital la ayuda de su entorno cercano: compañeros, familiares, amistades y relaciones. Venezuela pasa por un momento muy duro en estos momentos y es imposible estar ausentes, pero cuando estás en este compromiso, es vital ser protagonista desde donde te encuentras.
Es por eso que cambiaría el enfoque en todo esto: quitarles la responsabilidad de ser el que le dé sonrisas al país, eso no los beneficia y les da un peso extra. Pero que, con el trabajo buen trabajo que hacen, el país siente que hay gente haciéndolo bien y pueden servir como modelo. “Soy protagonista de mi país con mi trabajo, con lo que sé hacer bien”.
Pero luego de la victoria, queda más Mundial y más trabajo, es importante que el grupo sepa digerir el resultado obtenido. Es por eso que haremos un ejercicio profesional enfocado a lo ocurrido: procesar, analizar y conducir al grupo luego de la histórica victoria ante Alemania, uno de los objetivos del sociólogo deportivo es facilitar los procesos de comprensión del entorno y preparación del equipo a los embates de las presiones exteriores.
En síntesis, esto es lo que su servidor haría en caso de estar trabajando con la Selección venezolana Sub 20 de fútbol.
El método “Triple A” y su aplicación
Cuando se trabaja con la intervención de equipos deportivos en el área mental/emocional (psicólogo, sociólogo, coaching) hay una máxima importante: todo resultado de una actuación deportiva debe ser aprovechado de la mejor manera posible. Si dejamos que el grupo explote en clímax porque le gana a un equipo de renombre, eso dañaría su desempeño en lo que queda del torneo. Pero si se toma la victoria solamente de manera pragmática y fría, no se aprovecha el envión anímico que resulta después de semejante victoria. Es por eso que hay que manejar con ambas manos la situación, y conducir al grupo a aprovechar cada detalle de su desempeño.
Entonces, para digerir la victoria (y prepararnos para lo que sigue) trabajaría con el equipo una metodología de análisis que decidí bautizar como “Triple A”: Aterrizar, Aplaudir y Actuar. Aterrizar, es decir, poner en tierra, la actuación en su justa medida. Aplaudir, se resalta las cosas notables del resultado y busca la motivación del deportista. Actuar, busca, luego del análisis, lo que hay que hacer y cómo aprovechar el entorno a nuestro favor.
Aterrizar
Esta Alemania: La selección germana que llega al Mundial Sub 20 dista mucho de su representación de mayores. Esta selección clasifica in extremis a la cita de Corea del Sur, lo hizo en penales vs Holanda, y sus mejores jugadores no pudieron asistir al torneo por tener compromisos decisivos en sus clubes. Si, se le gana a Alemania, pero el nivel de preparación de Venezuela fue arduo, muy completo y exigente, en comparación a su contrincante. En pocas palabras, la victoria no es sorpresa.
Respeto excesivo: Los goles (y la diferencia futbolística) se demuestra al segundo tiempo del cotejo. Los primeros 45 minutos vimos a una Vinotinto con mucha calidad pero que “respetaba” demasiado al rival. Bajo mi criterio, la selección venezolana tardó en darse cuenta que es posible ganarle a Alemania. Fue determinante el medio tiempo para hacer un “switch” de cara a la segunda parte.
Es un paso, no es la meta: El objetivo principal de Dudamel es trascender en el torneo, ser protagonistas y dar alegrías al país. Ganarle a Alemania representa solo un paso en ese camino, no se hace nada si se le gana a un equipo importante pero se pierde contra otros. Vamos bien, pero no llegamos al Mundial a dar un “batacazo”, sino a realizar una actuación digna a la preparación que se ha realizado.
Aplaudir
Le ganamos a Alemania: Ganarle a la selección germana es un hecho histórico desde cualquier punto de vista. No se niega que era una victoria “presupuestable”, pero la concreción debe aplaudirse. Se le gana a una selección de tradición, renombre y peso. Veremos a muchos de esos muchachos en las mejores ligas del mundo y siendo protagonistas en mundiales de mayores. Es imposible pasar por alto la magnitud emocional de eso.
Aprovechamos las oportunidades: Lo dijimos anteriormente, Alemania clasifica al Mundial con lo justo y no compite al tope de sus capacidades, que Venezuela (al fín) aproveche esa debilidad es de aplaudir, de pie. Las selecciones deportivas de nuestro país sufren de un mal común; sucumbir en el momento necesario para dar lo mejor. Los vinotintos son superiores y eso se tradujo en un resultado positivo.
La preparación funciona: El viaje al debut de Venezuela en Corea comenzó hace 21 meses, en Yaracuy. Módulos exigentes y periódicos hicieron ver una selección con un nivel físico impresionante (se demostró en el Suramericano) y con gran calidad técnica. Los resultados son consecuencia de la preparación del grupo y poder decir “si vale la pena el sacrificio”. Todo esto genera una motivación extra a seguir poniendo de mi parte, porque los resultados lo avalan.
Actuar
Viene Vanuatu: Después de enfrentar a un rival como Alemania, se viene un equipo que se encuentra del otro lado del espectro futbolístico. El representante de Oceanía es muy poco conocido en la élite del fútbol mundial, y en una región donde el nivel está rezagado con respecto al promedio del torneo. Pero ya dio un campanazo: remonta un juego a México y estuvo a segundos de llevarse un empate histórico en la jornada inaugural. Mantener el nivel y no relajarse son acciones vitales para continuar con la senda ganadora.
Ratificar el paso: El gran problema de nuestro deporte es que se suelen vivir de hechos memorables y no de desempeños memorables. Consideramos un éxito ganar un partido, pero nos quedamos ahí. La selección venezolana debe ratificar lo que hizo con Alemania, llegar con autoridad y hacer un trabajo de alto nivel vs Vanuatu. Cuando hablo de un trabajo de “alto nivel” no quiere decir que hay que meterle 8 goles al contrario, me refiero a que si se hace el trabajo a tope en todo sentido, el resultado aparecerá. Los goles no son más que el resultado del trabajo y la constancia.
México puede esperar: Estar en el aquí y en el ahora tiene que ser una consigna en este grupo. Ganar partidos hace que tengas el control de tu destino, así que las victorias permiten que te concentres en lo que toca por afrontar, partido a partido, paso a paso. Así que el partido que se gana es el de hoy, y ahí debe estar mi esfuerzo y mi enfoque.
Lo importante del manejo del entorno
Luego de trabajar la Triple A, tendría un especial cuidado con las presiones del entorno. Filtrar la información que les llega del exterior y su impacto en ellos. Para ello, es vital la ayuda de su entorno cercano: compañeros, familiares, amistades y relaciones. Venezuela pasa por un momento muy duro en estos momentos y es imposible estar ausentes, pero cuando estás en este compromiso, es vital ser protagonista desde donde te encuentras.
Es por eso que cambiaría el enfoque en todo esto: quitarles la responsabilidad de ser el que le dé sonrisas al país, eso no los beneficia y les da un peso extra. Pero que, con el trabajo buen trabajo que hacen, el país siente que hay gente haciéndolo bien y pueden servir como modelo. “Soy protagonista de mi país con mi trabajo, con lo que sé hacer bien”.